Robert
Robert McKenzie
llegaba tarde a la reunión de ese día. Lo habían avisado con muy poco tiempo.
La noche de antes. Cuando habían tenido lugar los acontecimientos. Al parecer,
en la presentación del hijo de Largue en la cena del Wallace Place, a la que
ningún otro directivo de Modas Largue había acudido para mostrar su rechazo
hacia Karen Largue, éste se había mostrado llevando un pañal y comportándose
como un bebé. Y su salida del hotel al día siguiente en un carricoche y
llevando chupete y nuevamente un pañal lo había confirmado. Robert se frotó las
manos aquella noche. Se la pasó entera viendo todas las tertulias de la prensa
amarilla y saboreando el final de Karen Largue. Lo que habían planeado los
miembros del Consejo de Administración de Modas Largue como un empuje para la
compañía se terminó convirtiendo en algo mucho mejor: la caída en desgracia de
Karen Largue. Esa mujer estaba acabada. Ella lo sabía. Ellos lo sabían. Sólo
quedaba cronometrar lo que tardaba en estrellarse contra el suelo. Realmente
había sido un golpe de suerte que el hijo de Karen y John Largue fuera aún un
bebé.
Robert iba
relajándose en el coche. Su chófer conducía tranquilamente y él iba aún más
tranquilo en la parte de atrás leyendo el periódico. Una foto de John Largue
Jr. ocupaba la portada. En ella se veía al crío tirado sobre el suelo,
bocarriba, agitando sus extremidades mientras lloraba y llevando un pañal al
descubierto. Parecía muy poco probable que el niño se hubiera bajado el
pantalón el sólo allí en medio, pero no se veía ninguna mano tirando del mismo.
Robert suponía que habían sido los periodistas quienes le habían bajado los
pantalones y luego eliminado sus manos con Photoshop para publicar la imagen.
De hecho, se podía apreciar como el suelo no era igual en su conjunto.
Sonrió. La ayuda
de la prensa era fundamental para derrocar y mantener tiranos en el poder. Miró
su reloj. Si seguía retrasándose le costaría una reprimenda del Consejo de
Administración. Poseía el 30% de Modas Largue, pero los auténticos jefes del
Consejo eran Esther Lorrian y Florth Vincent. Sobre todo Florth Vincent,
impulsado por su odio hacia los Largue.
-Es muy importante
que tengamos la reunión mañana, Robert –le había dicho Florth, su amigo y
compañero del Consejo el mismo día que Jackie salió del hotel-, Largue estará
pasando el día en su casa meditando las consecuencias de lo ocurrido y es
nuestra única oportunidad.
Su chófer llegó al
edificio de la empresa.
-Ven a recogerme
en una hora –le dijo mientras se bajaba del coche.
-Por supuesto,
señor –le contestó sin mover la cabeza ni para mirarle.
Robert McKenzie
era un hombre duro. Con sus trabajadores y con su familia.
Modas Largue
estaba inusualmente vacía, pero se trataba de un día festivo.
Cuando llegó al
penúltimo piso de la empresa le estaba esperando la encargada de esa planta.
-Le he dicho lo
mismo a los demás miembros del consejo –le anunció-, que hoy no había convocada
ninguna reunión.
-Es una situación
extraordinaria, Emma –le dijo él secamente.
Cuando entró en la
sala de juntas se encontró con Florth Vincent y con el resto de miembros del
Consejo: Terry Gillbert, Evan Lincert y Esther Lorrian. Todos lo saludaron
cuando ocupó su sitio.
-Bien, ahora que
estamos todos –comenzó Florth-, podemos empezar con esta reunión no oficial de
Modas Largue –hizo una pausa pero nadie dijo nada-. Todos sois conocedores de
los sucesos ocurridos ayer en el Wallace Place. Al igual que yo, decidisteis no
asistir por una razón de discrepancia con nuestra jefa. Y como predecimos
todos, las acciones de Modas Largue han caído una cifra considerable desde que
se le vio el pañal a ese crío, concretamente un 57%. Esto es una barbaridad caballeros.
Deja esta empresa en una situación mucho más precaria y complicada de lo que ya
se encontraba. Es por eso que Karen Largue, por su ineficacia como empresaria y
su ineptitud como madre, debe abandonar esta empresa.
-¿Cómo predecimos
todos? –la expresión de Florth había cogido por sorpresa a Robert
-Que Largue debe
largarse es algo que ya sabíamos todos desde que ocupó su cargo tras la muerte
de su marido –apuntó Esther sonriéndole-, sin embargo, creo que esto dejaría a
Modas Largue en una situación muy comprometida. ¿Quién se quedaría al frente?
¿Nosotros?
-Desde luego, ese
es el plan, Esther –contestó Lincert-. Pero creo que nuestro amigo Florth tiene
una idea mejor.
-Sí. Así es.
Propongo que el jefe sea, de puertas para afuera, su hijo: John Largue.
-¡¿Qué?! ¿¿Ese
imbécil que lleva pañales?? –saltó Robert, olvidándose del comentario que había
hecho Florth.
-De puertas para
afuera, compañero. Aquí dentro, seguiríamos mandando nosotros.
-¿Entonces por qué
poner al crío? –preguntó. Era evidente que se le escapaba algo
-Porque para la
opinión popular…y de la prensa…sería mucho mejor que esto siguiera siendo
considerado como una empresa familiar. El impacto sería menor. A primera vista
la empresa seguiría siendo llevada por los Largue, pero nosotros actuaríamos
desde la sombra. Mandaríamos desde la sombra. Nos enriqueceríamos desde la
sombra. El crío sería simplemente una marioneta. Por Dios, todavía lleva
pañales, no tiene que ser muy difícil de manejar.
-Precisamente por
ese hecho de seguir llevando pañales me parece que va a ser muy difícil de
manejar. Si su madre no ha conseguido ni siquiera quitarle el pañal, ¿qué te
hace pensar que nosotros podremos manejarlo? –preguntó Esther.
-Su madre lo
quiere, Esther. Ya te lo dije en la última reunión. Para nosotros es sólo un
peón prescindible.
-Exactamente
–corroboró Gillbert.
-Hazle caso al
hombre del gato aplastado en la cabeza, Esther –dijo Florth riéndose. Desde que
nos enteramos de lo del hijo de Largue, el plan se me vino sólo a la cabeza.
-¿De qué estáis hablando?
–Robert estaba totalmente fuera de lugar- ¿Qué plan?
-El plan para
echar a Karen Largue, Robert –le dijo Esther.
-El plan era que
presentase a su hijo al mundo para que crecieran los beneficios. Aunque me
encante la idea, nadie dijo de echar a Largue.
Los cuatro
intercambiaron miradas cómplices.
-¿Quién se iba a
creer que presentar al hijo de la jefa al mundo haría que aumentasen los
ingresos de una empresa? –dijo Lincert mientras sonreía.
-Alguien tan
estúpido como Karen Largue –respondió Florth mirando a Robert.
-Alguien tan estúpido
que no tiene ni idea de cómo funciona una empresa.
-¿Qué queréis
decir? ¡¿Qué sabíais que no funcionaría?! –Robert estaba que echaba chispas-.
¡¡¡Pues nos ha costado una caída de las acciones de un 75%, caballeros!!
-Siéntate, Robert
–le dijo Florth.
Se dio cuenta de
que se había puesto de pie en algún momento.
-Todo estaba
planeado –le dijo Esther.
-¿Cómo que
planeado? –preguntó mientras se serenaba poco a poco.
-Nosotros sabíamos
que pasaría esto cuando le dijimos a Largue que mostrase a su hijo al mundo –le
dijo Lorrian.
-¿Cómo que lo
sabíais? ¿Queréis decir que sabías lo del…? –se paró de pronto. Las piezas
empezaban a encajar.
-Sabíamos lo del
hijo de Karen Largue.
-Sabíamos que
lleva pañales, usa chupete, va en carricoche y… Ah, también sabemos que aún
toma teta –dijo Esther sonriéndole.
-¿Cómo os enterasteis?
-Gertrudis,
¿quieres pasar, por favor? –Esther se giró en su asiento para mirar a la puerta
que estaba detrás de la sala de juntas, que daba a un pequeño cuarto.
De su interior
apareció una mujer mayor, con el pelo recogido en un moño y las manos juntadas
delante a la altura de la cintura.
-Gertrudis lleva
trabajando en la Mansión Largue 40 años –siguió Esther. Ha visto todos los
secretos que esconde Largue dentro de sus protegidas cuatro paredes y se
ofreció a compartir algunos conmigo a cambio de una generosa suma de dinero.
Como sabéis, todo el mundo tiene un precio.
-La señora nunca
me subió el sueldo en ninguno de mis años de servicio.
-Vaya, una criada
despechada. Magnífico –río Lorrian.
-¿Lo sabíais
todos? –les preguntó Robert.
-Así es –le dijo
Esther.
-¿Por qué demonios
nadie me dijo nada?
-Tienes el 30% de
las acciones de la empresa. Era un plan muy arriesgado y no ibas a querer
participar por si te arruinabas
-¡¡¡¿¿Y no estoy
arruinado, maldición???!!! Las acciones han caído un 75%. ¡¡¡Estoy en la puta
ruina, joder!!!
-Robert, cállate
–le dijo seriamente Florth. Su amigo nunca le había hablado en ese tono-. Vamos
a solucionar eso, te lo prometo. El plan ha salido a la perfección.
-¡Pues contadme
como vais a arreglarlo, maldita sea. Qué. Todavía no. Vamos, que estoy
esperando. Contádmelo –estaba realmente alterado.
Florth le dirigió
una sonrisa y se giró hasta la criada.
-Gertrudis,
realmente lo has hecho muy bien. Sin tu aportación, este plan no habría llegado
ni siquiera a madurarse.
-Ha sonado como si
fueras a decir ahora ‘’Pero tus servicios han llegado a su fin, ya no eres
imprescindible’’ –dijo sonriendo muy nerviosa.
Florth empezó a
reírse de forma muy exagerada.
-¿No creerás que
esto es una película de mafiosos, verdad? – y volvió a reírse.
Los demás lo
siguieron. Y hasta Gertrudis se río un poco.
¡BANG!
Florth tenía en su
mano un revólver de la que salía humo del cañón. Gertrudis estaba tirada en el
suelo, con un agujero en el estómago de donde salía sangre.
-Florth… Díos mío,
Florth… -Robert se llevó las manos a la boca, horrorizado.
-¿Qué? Explícame
porque es más noble dejar morir de hambre a las familias de tus trabajadores
que pegarle un tiro a uno de ellos sin más.
-Has… Has perdido
la cabeza… -no conseguía encontrar las palabras.
-Será mejor que
alguien le dé un vaso de agua a nuestro amigo –dijo Esther.
Gillbert se lo
llevó de inmediato.
-Bien, ahora que
te has calmado un poco –prosiguió Esther-, vamos a explicarte el resto del
plan.
-Karen ha caído.
Está fuera del juego. El incidente con su hijo ha hecho que retiren sus
acciones la mayoría de los brokers de Wall Street. No tiene ninguna excusa para
permanecer en esta empresa, por mucho que lleve su nombre. Si quiere seguir
viviendo dignamente, venderá su parte del capital por el precio que sea.
Nosotros seremos quienes se lo compremos. Sacaremos la empresa a flote sin ella
y los inversores volverán como cuervos a un festín de cadáveres. Tengo ya a
tres seguros que van a invertir. La empresa saldrá adelante y nos habremos
quitado al último miembro de la familia Largue.
-Te olvidas de su
hijo, Florth –le dijo Robert.
-¡Por dios!
–bufó-, ese crío todavía lleva pañales, ¿qué problema supone para nosotros?
-Es el heredero de
Modas Largue.
-Si ni siquiera su
padre ha mostrado el menor interés por la empresa que creó, dudo mucho que vaya
a hacerlo su hijo –le dijo Lorrian.
-Además, no le
queda ni un centavo a su familia para que pueda acceder como inversor. Si
tienen suerte, podrá trasladarse con su mamacita a un pequeño apartamento.
Robert veía que el
plan era muy inteligente. Y que había salido todo a pedir de boca. Pero aún
había algo que se le escapaba.
-¿Cómo sabíais que
se le vería el pañal en público?
-¿Qué quieres
decir? –le preguntó Esther.
-¿Cómo sabíais que
se le vería el pañal en público? –repitió. Es decir, sabíais que llevaba
pañales, pero teníais que aseguraros de que se le iba a ver.
-Contábamos con la
turba de ex trabajadores de la empresa –contestó Lincert-. Cuando Karen sugirió
que despidiésemos a unos cuantos casi la hubiera besado. Eso ayudo a propiciar
su caída.
Florth sonrió. Se
dirigió hasta el aparador y sacó una botella de champán. Los cinco brindaron
por una nueva era de Modas Largue.
Salían de la sala
cuando se encontraron a Emma en la puerta.
-Me había parecido
oír un sonido como de dispa… -se cayó cuando vio el cadáver de Gertrudis al
fondo.
-Ay, Emma, ¿por
qué no has mantenido la boca cerrada? –se lamentó sin mucha pena Florth. Sacó
de nuevo su revólver y le disparó allí mismo.
Hola Tony, muy buen capitulo, me agrado bastante, espero con ansias el siguiente, felicidades y que bueno leerte nuevamente!!!
ResponderEliminarHola Migue! Me agrada que te guste!! Muchas gracias y el próximo estará pronto!!
EliminarHola Tony, excelente, estoy ansiosa por leer el siguiente capitulo, subelo pronto, besos
ResponderEliminarHola Alexis! Muchas gracias! El siguiente estará pronto!
Eliminarseria genial que en un capitulo charlitiky :v se conocieran en persona en algun capitulo, oh soy el unico que piensa eso xD?
ResponderEliminarcon jackie me refiero
EliminarSí, coincido contigo. Va a ser genial! :)
EliminarTony sube él otro
ResponderEliminarHola! Mañana estará subido! Gracias por la paciencia!!
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