25 de diciembre de 2015

Canción de Leche y Pañales - Capítulo 11


Jackie



La leche estaba muy rica y calentita. Jackie mamaba del pezón de su mami mientras se aferraba a la teta con las dos manos. Estaba acurrucado contra ella, intentando olvidar lo que había pasado a la llegada al hotel. Había sido uno de los peores momentos de la vida de Jackie, por eso, esta noche necesita la teta de su mami más que nunca. Jackie se sentía muy seguro y vulnerable a la vez mientras tomaba teta. Sentía que todo podía hacerle daño pero que a la misma vez, su mami lo protegía de todo. Acurrucado junto a ella, con las piernas encogidas y aguantando la enorme teta con sus manitas, Jackie succionaba leche de mami de su pezón y sentía como le caía en la boca, dulce y caliente. Le encantaba la leche de mami y le encantaba que le acariciara el pelo y le diera golpecitos suaves en el pañal mientras él mamaba. Pero hoy su mami no hacía nada de eso. cuando Jackie empezó a mamar, ella encendió la televisión y se puso a verla con atención. Jackie se sentía un poco molesto, le gustaba que le hicieran mimitos mientras mamaba. Incluso un par de veces tuvo que apartarse él mismo los mechones de pelo que le caían por la cara. Pero por lo menos se sentía seguro. Desde que había puesto un pie fuera de la limusina todo había ido mal.
Le habían empezado a tirar cosas y una de ellas, le impactó en la cara, y cuando fue corriendo a por su mami, les empezaron a llover más cosas incluso. Luego en recepción se había visto tirado en el suelo, con la ropa rota y llorando, sin nadie que lo consolase hasta que Cindy trajo el chupete. Cuando su mami lo llevó a la habitación pensó que se quedaría con él y lo consolaría pero en lugar de eso, lo dejó con Cindy.
Fue Cindy la que lo limpió, lo bañó, le cambió el pañal y lo acostó. Jackie había llegado sucio, con un pañal mojado y apestando a porquería. Su madre lo había dejado en el suelo y se fue corriendo a la ducha. Cindy salió con Benson y él se quedó solo, sentado sobre la alfombra, con una ropa que detestaba y echando de menos a Ronnie, a Cindy , a su mami y a todo el mundo.
Al poco rato llegaron Cindy y Benson cargados de maletas. Cindy le dijo a Benson que se encargase de montar la cuna plegable mientras ella bañaba a Jackie; pero como su madre estaba duchándose tuvo que contentarse con que cindy le limpiase la cara, le quitase el apestoso traje y le llevase a Ronnie. Se quedó con Jackie en peso mientras Benson terminaba de montar la cuna. Cuando lo hizo, se despidió y salió a limpiar el coche. Cindy se quedó con Jackie en brazos acunándolo mientras mami salía del baño. Al hacerlo, ni siquiera se percató de que su bebé estaba allí. Cogió su bolso y salió rápidamente de la habitación. Entonces, Cindy le desabrochó el pañal mojado y le lo quitó. Llevó a Jackie al baño y lo sentó mientras llenaba la bañera. Cuando metió a Jackie dentro, el agua estaba muy calentita. Cindy bañó a Jackie con mucha ternura y dulzura. Fue uno de los baños más relajantes que le habían dado. Jackie se quedó muy dócil moviendo su chupete mientras Cindy le frotaba. Cuando terminó, lo sacó de la bañera y lo envolvió en una toalla. Lo secó muy fuerte y cuando estuvo sequito del todo, aún con la toalla puesta, lo llevó hasta la cama de la habitación. Tumbó a Jackie sobre ella y soltó la toalla pero la dejó debajo de él. Jackie se dio cuenta de que lo hizo para que protegiese la colcha al ponerle el pañal. Cindy sacó de una maleta un pañal y su pijamita de una pieza. Se acercó hasta Jackie y le levantó las piernas. Le pasó el pañal por debajo y se las volvió a bajar. Se las separó, pasó la parte del pañal por su entrepierna hasta cubrirle casi el ombligo y se lo sujetó muy fuerte con las dos cintas adhesivas. Luego le pasó una pata del pijama por una piernecita e hizo lo propio con la otra, le pasó los bracitos por las mangas y le subió la cremallera delantera. Jackie estaba muy cómodo. Cindy lo había hecho todo con mucho cuidado y delicadeza. Bostezó. Estaba muy cansado de todo ese mundo del que Cindy le había dicho que era cruel y mezquino, y ahora sabía que tenía razón; sólo quería acurrucarse junto a Ronnie en su cuna, pero se tendría que conformar con una plegable. Tenía tanto sueño que ni siquiera quería el biberón de antes de dormir. Cindy lo metió dentro de la cuna y lo arropó. Le dio un beso en la frente, encendió el vigila-bebés que estaba colgado en una de las esquinas de la cuna y salió de la habitación. Jackie no tardó en quedarse dormido.
Pero se despertó al poco tiempo. Tenía hambre. Vio la luz del vigila-bebés encendida y llamó a mami para que viniese a darle la teta, pero no obtuvo respuesta. Al poco, la luz del vigila-bebés se apagó. Jackie se vio completamente a oscuras en la habitación. Su mami y Cindy estaban abajo, de modo que si lloraba tampoco le oirían, pero tenía muchas ganas de llorar. Y lloró. Lloró muy fuerte pero no vino nadie. Cuando se quedó ya sin lágrimas se tapó completamente con la manta y abrazó a Ronnie. Se hizo un ovillo. Se sentía tan solo… Sólo quería que alguien viniese, lo abrazase y le dijese que todo iba a salir bien. Que lo acunase entre sus brazos. Se quedó así hasta que oyó que la puerta se abría y que era la figura de su mami la que dibujaba la luz. La llamó y ella se acercó a la cuna. Quería a mami, quería teta. Mami le hizo cosquillitas en la barriga, le calmó y lo tomó entre sus brazos. Lo llevó hasta el sofá y lo recostó junto a ella. Jackie buscó su teta y mami se la ofreció. Pegó los labios al pezón y empezó a mamar.
Pero mami no le estaba haciendo mucho caso mientras se alimentaba de su leche. Jackie hizo algún ruido de molestIa y se movió inquieto. Su mami se dio cuenta de lo que necesitaba, le quitó el volumen a la televisión y se centró en su hijo. Comenzó a acariciarle el pelo y a pasárselo por detrás de las orejas, mientras miraba como se alimentaba de ella y le dedicaba una sonrisa a su bebé lactante. Jackie también la miró mientras chupaba su pezón, le dedicó una sonrisa, con lo que se le salió un poco de leche de la boca. Su mami sonrió más y se la limpió. Lo apretó más contra ella y le dio suaves golpecitos en el culito, por fuera del pañal y el pijamita. Jackie se acurrucó y dejo que su madre le hiciese los mimitos. En esos momentos se sentía más bebé si cabe. Totalmente dependiente de su mami. Mami se aguantó la teta con una mano, de modo que a Jackie le quedó una mano libre y comenzó a corretear con sus dedos por el brazo de mami. Ella hizo un gesto con el cuerpo que Jackie sabía que significaba ‘De esta teta ya vale, ahora mama de la otra’. Jackie se separó del pezón y unas gotitas de leche le corrieron por l comisura de los labios. Mami se guardó esa teta, cambió a Jackie de lado y se sacó la otra. Jackie hizo el gesto de mamar con los labios antes de aferrarse al pezón y cuando lo hizo, la leche caía igual de caliente y dulce que desde el otro seno. Jackie no había cenado ni siquiera, de modo que esa noche se estaba alimentando sólo de la teta de su mami. y tenía muchas ganas. Cerró los ojos y se dejó disfrutar por el maravilloso sabor de la leche de su mami, el roce de su teta en su boca y el pezón dentro de ella expulsando leche. Miró a su mami, soltó un ronroneo y volvió a cerrar los ojos, concentrándose en la tarea. Mami dejó escapar un suspiro y dijo.
-Mi bebé.
Y abrazó más fuerte a Jackie. Jackie se acurrucó más si cabe, con las manitas sujetando la teta y los ojos cerrados. Después de un buen rato, se sintió totalmente lleno, aunque le hubiese gustado seguir chupando el pezón de mami. Se separó poco a poco y miró a su mami. Ella se guardó la teta, le puso el chupete en la boca y lo acunó. Iba tarareando una nana para que se quedase dormido.
Y lo consiguió.
Se despertó todavía en el regazo de mami, rodeado por sus brazos. Calculó que no debía de haber pasado mucho rato. Tenía pipí en el pañal. Demasiada leche.
Mami había vuelto a darle volumen a la tele. Jackie se giró para ver de que hablaban.
En la pantalla aparecía una señora de color que dirigía una especie de discusión entre personas sentadas en sofás a sus lados.
-¡Yo no entiendo como Karen Largue, que es una persona seria, deja que su hijo de 12 años, recordemos, 12 años, lleve todavía pañales! –hizo una pausa en la que volvió a sentarse bien el sofá, ya que casi se levanta, y que las otras personas aprovecharon para volverse a gritar entre ellos-. ¡Y chupete! –Añadió.
-Vamos a ver, no se trata de que el niño tenga escapes por la noche, como sería casi normal…
-¿¡Cómo que sería normal!? –saltó otro.
-¡He dicho casi! –respondió el hombre -. Estamos hablando de que este niño aún no controla el pipí ni durante el día.
-¡Y no es que tenga una enfermedad del esfínter! –gritó una mujer sentada en un extremo del sofá -. ¡Es que también lleva chupete! Hombre, por favor…
-¡En lo que estamos de acuerdo es en que ese niño es demasiado mayor para pañales y chupete!
-¡En eso está de acuerdo todo el mundo, Jorge! –le gritó la mujer del extremo del sofá.
-Vamos a ver, un poco de orden… -decía la mujer que estaba sentada en el centro, pero los demás no le hicieron caso. Siguieron gritándose entre ellos.
-¡Y esa pose sentado en el suelo del hotel! ¡Esa es muy propia de un bebé!
-Bueno, a lo mejor el niño tenía un mal día –dijo otro hombre-. Quizá el verse por primera vez expuesto ante tanta gente le pusiera nervioso y Karen Largue decidiera ponerle un pañal.
-¿¡Y eso explica el chupete y ese comportamiento de bebé yendo corriendo a por su madre!?
-Además, que ese pañal tenía caca, se le notaba un montón. Cuando… –pero no la escuchaban porque se pusieron a gritarse lo otros-. ¡Cuando se tiró encima de Karen Largue, que se le rompió el pantalón. Ese pañal tenía caca también, lo sé yo porque si te fijas, en el vídeo se ve un más abultado de lo que puede parecer a simple vis…
Pero Jackie no se enteró de lo como terminaba la frase de la mujer porque mami cambió de canal.
-Mentirosos –dijo.
Pero en otro canal también estaban hablando del incidente de Jackie, aunque esta vez parecía más relajado que el otro. Había una mesa con un hombre viejo que hablaba con tres personas sentadas en butacas a su derecha.
-Si nos fijamos en la foto –decía un hombre vestido de traje. En ese momento una foto de Jackie tirado en el suelo de la alfombra ocupó la pantalla-. Vemos como empieza a llorar en el momento de caerse al suelo, como haría cualquier bebé. No un muchacho de 12 años.
-¿Creéis que puede ser ese el motivo por el que Karen Largue no ha querido dar a conocer a su hijo antes? –preguntó el hombre viejo de la mesa. Y la imagen volvió al plató.
-Seguro –respondió un hombre de las butacas-. Karen Largue se avergonzaba de que su hijo todavía llevase pañales y chupete. Como cualquier madre con un hijo tan mayor en la misma situación.
-Yo soy madre, Bob –dijo la mujer que estaba sentada entre los dos hombres de las butacas-, y mi hijo de 3 años ya va solo al baño, no moja la cama y dejó el chupete hace dos años, así que no entiendo como un niño de 12 aún lo necesita para calmarse. Porque si vemos las fotos de John Largue dentro del hotel, en cuanto la mujer esa…
-Cindy se llamaba, ¿no? –le cortó el presentador.
-Cindy, sí…
-¿Creéis que es la niñera del hijo de Karen Largue?
-Estoy casi seguro, Bob –dijo uno de los hombres de las butacas-. Porque la ayudante personal de Largue estaba sentada en el asiento del copiloto de la limusina, como han mostrado las imágenes tomadas por los compañeros de Sensacionalist Journal.
Siguieron hablando de fotos y Jackie se dio cuenta que fuera lo que fuera que iba a decir la mujer, se quedó en el olvido. Incluso para la apropia mujer.
-Y todavía seguimos sin saber qué opina John Largue Sr. el ex marido de Karen Largue y padre de su hijo, que sigue sin hacer declaraciones.
-¿Creéis que él estaba al tanto de la situación de su hijo? –preguntó uno de los hombres de las butacas.
-¡Por supuesto! –respondió el otro.
-¿Creéis que el motivo de la separación de John Y Karen Largue fue que su hijo aún llevase pañales y chupete?
-Dado que cuando se separaron, John Largue Jr. tenía unos 2 años, yo diría que no, Javier.
Mami volvió a cambiar de canal.
En este momento se veía un programa muy parecido al primero en el que un hombre de pie entre dos mesas llenas de gente trataba de que se entendiese algo de lo que gritaban.
-¡Lo que no puede ser es que un niño de 12 años todavía lleve pañales! –gritaba una rubia bastante fea.
-¡Es lamentable y vergonzoso para él!
-A ver, yo como psicóloga…
-¡Qué vas a ser tú psicóloga! –le gritó un hombre viejo con bigote vestido con una camisa rosa.
-A ver, dejemos hablar a Mariló –dijo el presentador sonriendo ante el comentario del viejo con bigote.
La mujer llamada Mariló parecía que no sabía ni articular dos frases.
-Como psicóloga, solo digo que ese niño lo ha tenido que pasar muy mal!
-¿¡Y para eso hace falta ser psicóloga!?
-¡Lo que no puede ser es que un niño de 12 años todavía lleve pañales! –volvió a gritar la rubia fea.
-Ese niño necesita dejar de usar los pañales, el chupete, y ese comportamiento de bebé!
-En eso estamos de acuerdo, Karmela.
-¡Lo que no puede ser es que un niño de 12 años todavía lleve pañales! –gritó de nuevo la rubia, que tenía una nariz bastante más fea que el resto de su cara.
Pero Jackie no se enteró de como seguía ese griterío sin sentido porque mami apagó la tele con un movimiento brusco con el mando.
-Basura –dijo.
Vio que Jackie se había despertado y comenzó a acariciarle la espalda.
-Vuélvete a dormir, bebé –le dijo con voz suave.
-Mami, tengo pipí.
-¿Te has mojado el pañal? ¡Pues venga, que te cambio y te meto en la cuna a dormir, bebecito!
Levantó a Jackie y lo llevó en brazos hasta la cama. Lo tumbó y fue a buscar un pañal de la maleta.
Jackie pensó en todo lo que habían dicho esas personas de la televisión y lo mucho que estaba empezando a odiarlos.
Mami le bajó la cremallera del pijama y le sacó las piernecitas; le subió un poco el pijama, de modo que tenía vía libre para cambiarle el pañal. Le desabrochó las cintas, le levantó las piernas y le extrajo el pañal. Le limpió y le pasó el limpio por debajo. Le pasó la parte de delante por la entrepierna y se lo sujetó muy fuerte con las cintas. Le bajó el pijama y le volvió a meter las piernecitas por las patas. Le subió la cremallera y lo cogió en peso.
Jackie estaba de nuevo adormilado. Mami lo dejó en la cuna y lo tapó. Jackie buscó a Ronnie por debajo de las sábanas y lo puso junto a él. Lo abrazó y se quedó durmiendo.

8 comentarios:

  1. Excelente Capitulo Tony, Feliz Navidad!!!!

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  2. Muy bueno tony esperó que la hayas pasado feliz con tu familia

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    1. Hola Gabriel! Me alegra que te haya gustado :)
      Si, he pasado una Navidad muy agradable, espero que tú también!

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  3. Buen capítulo pero podrías hablar más de Charlotte porfa feliz año

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    1. Hola Ferno91! Me alegro que te guste, y no te preocupes, que Charlotte, además de más apariciones, tiene un capítulo dedicado a ella :)

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  4. Wow ggg... Me he pasado todo un dia leyendo las 3 historias y al ser chica creo que me he identificado con la de Ady ggg... Me gustaría hablar contigo por privado para saber mas de ella y contarte mi historia :). Ademas tengo algunas dudas. Felicidades tus historias hicieron que no me despegara del móvil jajaja nisiquiera para comer ni en el momento de cambiarme de pañal y me olvide de mi siesta :P. Me llamo Melany. Perdon escribi en la historia de Aby por que me la he vuelto a leer

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    1. Hola Melany!
      Me alegra mucho que te hayan gustado todas, de verdad :)
      Me hace muy feliz que la gente disfrute con mis historias, pues para eso las escribo :)
      Puedes hablarme por privado cuando quieras, en la parte de la derecha tienes mi correo :P
      Saludos y no te pegues tanto al móvil, que a las mamás les gusta ver como su hija se alegra al cambiarle el pañal hehe

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