Jackie
La leche estaba
muy rica y calentita. Jackie mamaba del pezón de su mami mientras se aferraba a
la teta con las dos manos. Estaba acurrucado contra ella, intentando olvidar lo
que había pasado a la llegada al hotel. Había sido uno de los peores momentos de
la vida de Jackie, por eso, esta noche necesita la teta de su mami más que
nunca. Jackie se sentía muy seguro y vulnerable a la vez mientras tomaba teta.
Sentía que todo podía hacerle daño pero que a la misma vez, su mami lo protegía
de todo. Acurrucado junto a ella, con las piernas encogidas y aguantando la
enorme teta con sus manitas, Jackie succionaba leche de mami de su pezón y
sentía como le caía en la boca, dulce y caliente. Le encantaba la leche de mami
y le encantaba que le acariciara el pelo y le diera golpecitos suaves en el
pañal mientras él mamaba. Pero hoy su mami no hacía nada de eso. cuando Jackie
empezó a mamar, ella encendió la televisión y se puso a verla con atención.
Jackie se sentía un poco molesto, le gustaba que le hicieran mimitos mientras
mamaba. Incluso un par de veces tuvo que apartarse él mismo los mechones de
pelo que le caían por la cara. Pero por lo menos se sentía seguro. Desde que
había puesto un pie fuera de la limusina todo había ido mal.
Le habían empezado
a tirar cosas y una de ellas, le impactó en la cara, y cuando fue corriendo a
por su mami, les empezaron a llover más cosas incluso. Luego en recepción se
había visto tirado en el suelo, con la ropa rota y llorando, sin nadie que lo
consolase hasta que Cindy trajo el chupete. Cuando su mami lo llevó a la
habitación pensó que se quedaría con él y lo consolaría pero en lugar de eso,
lo dejó con Cindy.
Fue Cindy la que
lo limpió, lo bañó, le cambió el pañal y lo acostó. Jackie había llegado sucio,
con un pañal mojado y apestando a porquería. Su madre lo había dejado en el
suelo y se fue corriendo a la ducha. Cindy salió con Benson y él se quedó solo,
sentado sobre la alfombra, con una ropa que detestaba y echando de menos a
Ronnie, a Cindy , a su mami y a todo el mundo.
Al poco rato
llegaron Cindy y Benson cargados de maletas. Cindy le dijo a Benson que se
encargase de montar la cuna plegable mientras ella bañaba a Jackie; pero como
su madre estaba duchándose tuvo que contentarse con que cindy le limpiase la
cara, le quitase el apestoso traje y le llevase a Ronnie. Se quedó con Jackie
en peso mientras Benson terminaba de montar la cuna. Cuando lo hizo, se
despidió y salió a limpiar el coche. Cindy se quedó con Jackie en brazos
acunándolo mientras mami salía del baño. Al hacerlo, ni siquiera se percató de
que su bebé estaba allí. Cogió su bolso y salió rápidamente de la habitación.
Entonces, Cindy le desabrochó el pañal mojado y le lo quitó. Llevó a Jackie al
baño y lo sentó mientras llenaba la bañera. Cuando metió a Jackie dentro, el
agua estaba muy calentita. Cindy bañó a Jackie con mucha ternura y dulzura. Fue
uno de los baños más relajantes que le habían dado. Jackie se quedó muy dócil
moviendo su chupete mientras Cindy le frotaba. Cuando terminó, lo sacó de la
bañera y lo envolvió en una toalla. Lo secó muy fuerte y cuando estuvo sequito
del todo, aún con la toalla puesta, lo llevó hasta la cama de la habitación.
Tumbó a Jackie sobre ella y soltó la toalla pero la dejó debajo de él. Jackie
se dio cuenta de que lo hizo para que protegiese la colcha al ponerle el pañal.
Cindy sacó de una maleta un pañal y su pijamita de una pieza. Se acercó hasta
Jackie y le levantó las piernas. Le pasó el pañal por debajo y se las volvió a
bajar. Se las separó, pasó la parte del pañal por su entrepierna hasta cubrirle
casi el ombligo y se lo sujetó muy fuerte con las dos cintas adhesivas. Luego
le pasó una pata del pijama por una piernecita e hizo lo propio con la otra, le
pasó los bracitos por las mangas y le subió la cremallera delantera. Jackie
estaba muy cómodo. Cindy lo había hecho todo con mucho cuidado y delicadeza.
Bostezó. Estaba muy cansado de todo ese mundo del que Cindy le había dicho que
era cruel y mezquino, y ahora sabía que tenía razón; sólo quería acurrucarse
junto a Ronnie en su cuna, pero se tendría que conformar con una plegable.
Tenía tanto sueño que ni siquiera quería el biberón de antes de dormir. Cindy
lo metió dentro de la cuna y lo arropó. Le dio un beso en la frente, encendió
el vigila-bebés que estaba colgado en una de las esquinas de la cuna y salió de
la habitación. Jackie no tardó en quedarse dormido.
Pero se despertó
al poco tiempo. Tenía hambre. Vio la luz del vigila-bebés encendida y llamó a
mami para que viniese a darle la teta, pero no obtuvo respuesta. Al poco, la
luz del vigila-bebés se apagó. Jackie se vio completamente a oscuras en la
habitación. Su mami y Cindy estaban abajo, de modo que si lloraba tampoco le
oirían, pero tenía muchas ganas de llorar. Y lloró. Lloró muy fuerte pero no
vino nadie. Cuando se quedó ya sin lágrimas se tapó completamente con la manta
y abrazó a Ronnie. Se hizo un ovillo. Se sentía tan solo… Sólo quería que
alguien viniese, lo abrazase y le dijese que todo iba a salir bien. Que lo
acunase entre sus brazos. Se quedó así hasta que oyó que la puerta se abría y
que era la figura de su mami la que dibujaba la luz. La llamó y ella se acercó
a la cuna. Quería a mami, quería teta. Mami le hizo cosquillitas en la barriga,
le calmó y lo tomó entre sus brazos. Lo llevó hasta el sofá y lo recostó junto
a ella. Jackie buscó su teta y mami se la ofreció. Pegó los labios al pezón y
empezó a mamar.
Pero mami no le
estaba haciendo mucho caso mientras se alimentaba de su leche. Jackie hizo
algún ruido de molestIa y se movió inquieto. Su mami se dio cuenta de lo que
necesitaba, le quitó el volumen a la televisión y se centró en su hijo. Comenzó
a acariciarle el pelo y a pasárselo por detrás de las orejas, mientras miraba
como se alimentaba de ella y le dedicaba una sonrisa a su bebé lactante. Jackie
también la miró mientras chupaba su pezón, le dedicó una sonrisa, con lo que se
le salió un poco de leche de la boca. Su mami sonrió más y se la limpió. Lo
apretó más contra ella y le dio suaves golpecitos en el culito, por fuera del
pañal y el pijamita. Jackie se acurrucó y dejo que su madre le hiciese los
mimitos. En esos momentos se sentía más bebé si cabe. Totalmente dependiente de
su mami. Mami se aguantó la teta con una mano, de modo que a Jackie le quedó
una mano libre y comenzó a corretear con sus dedos por el brazo de mami. Ella
hizo un gesto con el cuerpo que Jackie sabía que significaba ‘De esta teta ya
vale, ahora mama de la otra’. Jackie se separó del pezón y unas gotitas de
leche le corrieron por l comisura de los labios. Mami se guardó esa teta, cambió
a Jackie de lado y se sacó la otra. Jackie hizo el gesto de mamar con los
labios antes de aferrarse al pezón y cuando lo hizo, la leche caía igual de
caliente y dulce que desde el otro seno. Jackie no había cenado ni siquiera, de
modo que esa noche se estaba alimentando sólo de la teta de su mami. y tenía
muchas ganas. Cerró los ojos y se dejó disfrutar por el maravilloso sabor de la
leche de su mami, el roce de su teta en su boca y el pezón dentro de ella
expulsando leche. Miró a su mami, soltó un ronroneo y volvió a cerrar los ojos,
concentrándose en la tarea. Mami dejó escapar un suspiro y dijo.
-Mi bebé.
Y abrazó más
fuerte a Jackie. Jackie se acurrucó más si cabe, con las manitas sujetando la
teta y los ojos cerrados. Después de un buen rato, se sintió totalmente lleno,
aunque le hubiese gustado seguir chupando el pezón de mami. Se separó poco a
poco y miró a su mami. Ella se guardó la teta, le puso el chupete en la boca y
lo acunó. Iba tarareando una nana para que se quedase dormido.
Y lo consiguió.
Se despertó
todavía en el regazo de mami, rodeado por sus brazos. Calculó que no debía de
haber pasado mucho rato. Tenía pipí en el pañal. Demasiada leche.
Mami había vuelto
a darle volumen a la tele. Jackie se giró para ver de que hablaban.
En la pantalla
aparecía una señora de color que dirigía una especie de discusión entre
personas sentadas en sofás a sus lados.
-¡Yo no entiendo
como Karen Largue, que es una persona seria, deja que su hijo de 12 años,
recordemos, 12 años, lleve todavía pañales! –hizo una pausa en la que volvió a
sentarse bien el sofá, ya que casi se levanta, y que las otras personas
aprovecharon para volverse a gritar entre ellos-. ¡Y chupete! –Añadió.
-Vamos a ver, no
se trata de que el niño tenga escapes por la noche, como sería casi normal…
-¿¡Cómo que sería
normal!? –saltó otro.
-¡He dicho casi!
–respondió el hombre -. Estamos hablando de que este niño aún no controla el
pipí ni durante el día.
-¡Y no es que
tenga una enfermedad del esfínter! –gritó una mujer sentada en un extremo del
sofá -. ¡Es que también lleva chupete! Hombre, por favor…
-¡En lo que
estamos de acuerdo es en que ese niño es demasiado mayor para pañales y
chupete!
-¡En eso está de
acuerdo todo el mundo, Jorge! –le gritó la mujer del extremo del sofá.
-Vamos a ver, un
poco de orden… -decía la mujer que estaba sentada en el centro, pero los demás
no le hicieron caso. Siguieron gritándose entre ellos.
-¡Y esa pose
sentado en el suelo del hotel! ¡Esa es muy propia de un bebé!
-Bueno, a lo mejor
el niño tenía un mal día –dijo otro hombre-. Quizá el verse por primera vez
expuesto ante tanta gente le pusiera nervioso y Karen Largue decidiera ponerle
un pañal.
-¿¡Y eso explica
el chupete y ese comportamiento de bebé yendo corriendo a por su madre!?
-Además, que ese
pañal tenía caca, se le notaba un montón. Cuando… –pero no la escuchaban porque
se pusieron a gritarse lo otros-. ¡Cuando se tiró encima de Karen Largue, que
se le rompió el pantalón. Ese pañal tenía caca también, lo sé yo porque si te
fijas, en el vídeo se ve un más abultado de lo que puede parecer a simple vis…
Pero Jackie no se
enteró de lo como terminaba la frase de la mujer porque mami cambió de canal.
-Mentirosos –dijo.
Pero en otro canal
también estaban hablando del incidente de Jackie, aunque esta vez parecía más
relajado que el otro. Había una mesa con un hombre viejo que hablaba con tres
personas sentadas en butacas a su derecha.
-Si nos fijamos en
la foto –decía un hombre vestido de traje. En ese momento una foto de Jackie
tirado en el suelo de la alfombra ocupó la pantalla-. Vemos como empieza a
llorar en el momento de caerse al suelo, como haría cualquier bebé. No un
muchacho de 12 años.
-¿Creéis que puede
ser ese el motivo por el que Karen Largue no ha querido dar a conocer a su hijo
antes? –preguntó el hombre viejo de la mesa. Y la imagen volvió al plató.
-Seguro –respondió
un hombre de las butacas-. Karen Largue se avergonzaba de que su hijo todavía
llevase pañales y chupete. Como cualquier madre con un hijo tan mayor en la
misma situación.
-Yo soy madre, Bob
–dijo la mujer que estaba sentada entre los dos hombres de las butacas-, y mi
hijo de 3 años ya va solo al baño, no moja la cama y dejó el chupete hace dos
años, así que no entiendo como un niño de 12 aún lo necesita para calmarse.
Porque si vemos las fotos de John Largue dentro del hotel, en cuanto la mujer
esa…
-Cindy se llamaba,
¿no? –le cortó el presentador.
-Cindy, sí…
-¿Creéis que es la
niñera del hijo de Karen Largue?
-Estoy casi
seguro, Bob –dijo uno de los hombres de las butacas-. Porque la ayudante personal
de Largue estaba sentada en el asiento del copiloto de la limusina, como han
mostrado las imágenes tomadas por los compañeros de Sensacionalist Journal.
Siguieron hablando
de fotos y Jackie se dio cuenta que fuera lo que fuera que iba a decir la
mujer, se quedó en el olvido. Incluso para la apropia mujer.
-Y todavía
seguimos sin saber qué opina John Largue Sr. el ex marido de Karen Largue y
padre de su hijo, que sigue sin hacer declaraciones.
-¿Creéis que él
estaba al tanto de la situación de su hijo? –preguntó uno de los hombres de las
butacas.
-¡Por supuesto!
–respondió el otro.
-¿Creéis que el
motivo de la separación de John Y Karen Largue fue que su hijo aún llevase
pañales y chupete?
-Dado que cuando
se separaron, John Largue Jr. tenía unos 2 años, yo diría que no, Javier.
Mami volvió a
cambiar de canal.
En este momento se
veía un programa muy parecido al primero en el que un hombre de pie entre dos
mesas llenas de gente trataba de que se entendiese algo de lo que gritaban.
-¡Lo que no puede
ser es que un niño de 12 años todavía lleve pañales! –gritaba una rubia
bastante fea.
-¡Es lamentable y
vergonzoso para él!
-A ver, yo como
psicóloga…
-¡Qué vas a ser tú
psicóloga! –le gritó un hombre viejo con bigote vestido con una camisa rosa.
-A ver, dejemos
hablar a Mariló –dijo el presentador sonriendo ante el comentario del viejo con
bigote.
La mujer llamada
Mariló parecía que no sabía ni articular dos frases.
-Como psicóloga,
solo digo que ese niño lo ha tenido que pasar muy mal!
-¿¡Y para eso hace
falta ser psicóloga!?
-¡Lo que no puede
ser es que un niño de 12 años todavía lleve pañales! –volvió a gritar la rubia
fea.
-Ese niño necesita
dejar de usar los pañales, el chupete, y ese comportamiento de bebé!
-En eso estamos de
acuerdo, Karmela.
-¡Lo que no puede
ser es que un niño de 12 años todavía lleve pañales! –gritó de nuevo la rubia,
que tenía una nariz bastante más fea que el resto de su cara.
Pero Jackie no se
enteró de como seguía ese griterío sin sentido porque mami apagó la tele con un
movimiento brusco con el mando.
-Basura –dijo.
Vio que Jackie se
había despertado y comenzó a acariciarle la espalda.
-Vuélvete a
dormir, bebé –le dijo con voz suave.
-Mami, tengo pipí.
-¿Te has mojado el
pañal? ¡Pues venga, que te cambio y te meto en la cuna a dormir, bebecito!
Levantó a Jackie y
lo llevó en brazos hasta la cama. Lo tumbó y fue a buscar un pañal de la
maleta.
Jackie pensó en
todo lo que habían dicho esas personas de la televisión y lo mucho que estaba
empezando a odiarlos.
Mami le bajó la
cremallera del pijama y le sacó las piernecitas; le subió un poco el pijama, de
modo que tenía vía libre para cambiarle el pañal. Le desabrochó las cintas, le
levantó las piernas y le extrajo el pañal. Le limpió y le pasó el limpio por
debajo. Le pasó la parte de delante por la entrepierna y se lo sujetó muy
fuerte con las cintas. Le bajó el pijama y le volvió a meter las piernecitas
por las patas. Le subió la cremallera y lo cogió en peso.
Jackie estaba de
nuevo adormilado. Mami lo dejó en la cuna y lo tapó. Jackie buscó a Ronnie por
debajo de las sábanas y lo puso junto a él. Lo abrazó y se quedó durmiendo.
Excelente Capitulo Tony, Feliz Navidad!!!!
ResponderEliminarHola Migue! Muchas gracias y feliz año!! :)
EliminarMuy bueno tony esperó que la hayas pasado feliz con tu familia
ResponderEliminarHola Gabriel! Me alegra que te haya gustado :)
EliminarSi, he pasado una Navidad muy agradable, espero que tú también!
Buen capítulo pero podrías hablar más de Charlotte porfa feliz año
ResponderEliminarHola Ferno91! Me alegro que te guste, y no te preocupes, que Charlotte, además de más apariciones, tiene un capítulo dedicado a ella :)
EliminarWow ggg... Me he pasado todo un dia leyendo las 3 historias y al ser chica creo que me he identificado con la de Ady ggg... Me gustaría hablar contigo por privado para saber mas de ella y contarte mi historia :). Ademas tengo algunas dudas. Felicidades tus historias hicieron que no me despegara del móvil jajaja nisiquiera para comer ni en el momento de cambiarme de pañal y me olvide de mi siesta :P. Me llamo Melany. Perdon escribi en la historia de Aby por que me la he vuelto a leer
ResponderEliminarHola Melany!
EliminarMe alegra mucho que te hayan gustado todas, de verdad :)
Me hace muy feliz que la gente disfrute con mis historias, pues para eso las escribo :)
Puedes hablarme por privado cuando quieras, en la parte de la derecha tienes mi correo :P
Saludos y no te pegues tanto al móvil, que a las mamás les gusta ver como su hija se alegra al cambiarle el pañal hehe