17 de noviembre de 2015

Canción de Leche y Pañales - Capítulo 5



Jackie



A Jackie no le gustaba salir de paseo. Prefería quedarse dentro de casa jugando con sus juguetes o viendo la televisión. Sin embargo, no tenía agorafobia así que podía salir de casa. A Jackie le gustaba ir al cine, a las jugueterías y a todos esos sitios, pero odiaba salir de paseo, ya que sus paseos sólo consistían en ir dentro del carrito y asfixiarse  de calor. Para poder salir de paseo, su mami le había pedido a una empresa de cochecitos para bebés que le hiciera uno más grande para para así poder meter a su hijo dentro. Esto último no se lo dijo, pero no fue necesario, debido al poder económico de Karen Largue, cualquier cosa que pedía se le concedía ipso facto.
El carricoche en cuestión descansaba al lado de la puerta de atrás, por donde se salía la mayoría de las veces para evitar la prensa amarilla. Jackie se encontraba en el cuarto de juegos. Se acababa de levantar y Cindy le había dado el biberón, ya que su mami se había ido a trabajar pronto ese día y no había podido darle la teta. Cindy primero le cambió el pañal, después le puso uno de sus bodys, porque ya empezaba a hacer calor, y se fue con él hasta la mecedora de su habitación, donde su mami le daba la teta, para darle el biberón, le tumbó sobre las rodillas, se echó unas cuantas gotas de leche sobre la muñeca para comprobar que no estuviera demasiado calentita y le puso la tetina en la boca. Se empezó a tomar el biberón muy lentamente. No le gustaba tanto como la leche de su mami, pero le encantaba también tomar el bibe. Cindy le iba acariciando el pelo tal y como le hacía su mami cuando mamaba. Cuando terminó de tomarse la leche, Cindy le llevó hasta el cuartito de juegos, recordándole que iría a buscarle más tarde para el paseo.
Cindy llegó mucho antes de lo que a Jackie le hubiese gustado, lo tomó en peso, le olió el culete por si llevaba caca y lo llevó a su habitación para vestirle, después le bajó escaleras abajo. Su carricoche esperaba junto a la puerta de atrás. Cindy lo metió  dentro bocarriba y le acomodó las mantas, colgó la bolsa con os pañales sobre las asas del carrito y lo empujó hacia el exterior.
-Espera, que te abro la puerta –dijo uno de los criados. Jackie no supo cuál, puesto que estaba tras él y el techo del cochecito le impedía ver detrás, que era hacia delante en realidad. Jackie pensó que cuando lo montaban en el cochecito, nunca sabía que dirección tomaba, pero como era un bebé, poco le importaba. Los mayores se preocuparían de eso.
-Gracias –contestó Cindy-. Me voy con el nene de paseo.
-Pasadlo bien –les dijo el criado-. Adiós, Jackie.
Pero Jackie ni le contestó. Nunca lo hacía. Era un bebé, no tenía por qué hablar.
El carricoche, aunque era más grande que los normales, seguía siendo muy estrecho. Jackie apenas podía moverse dentro. Además, hacía más calor que fuera debido a las mantitas que llevaba. Pero lo del cochecito no era todo malo; le gustaba sentir el suave traqueteo de las ruedecitas sobre la acera. De vez en cuando miraba a Cindy, y esta bajaba la cabeza y le dedicaba una dulce sonrisa. Jackie le correspondía tímidamente desde detrás de su chupete. Había días en los que Jackie se sentía más bebé que de costumbre. Hoy era uno de esos días.
Hizo unos ruiditos de bebé mientras se acomodaba.
-Shh… -le hizo Cindy, que creía que estaba nervioso.
A veces, los mayores no saben que quieren los bebés, pensó Jackie.
Siguieron paseando un rato. Al poco, Jackie vio como unas puertas se cerraban tras ellos. Estaban en el supermercado.
Se acurrucó a un lado del carricoche y se tapó con las mantas para que no lo vieran. Pero empezó a sudar. Se las quitó rápidamente pensando que sería mejor que lo vieran con pañales y chupete que a morir por abrasión. Sonrió, se imaginó que pasaría si se descubriese a alguien más en el supermercado que llevase pañales.
-Tenemos que venir aquí un momento, Jackie –dijo Cindy como disculpándose-. Tengo que comprar unas cosas para mi casa y no tenía otro momento.
A Jackie le hubiera gustado asomarse por el cochecito y ver cómo era un supermercado de gente corriente, ya que las compras en la Mansión Largue se hacían en los sitios más selectos.
De pronto, Jackie vio que se encontraban en un pasillo donde sólo había pañales. Cindy cogió un paquete y lo depositó en la parte de abajo del carricoche.
-Esos no son los pañales que llevo yo –le dijo.
-Ya lo sé, Jackie –le contestó Cindy-. Estos no son para ti. Son para otra personita.
-¿Tienes un bebé?
-Algo así –le respondió Cindy con una sonrisa.
Cuando estaban en la cola de pago, Cindy sacó los pañales y los puso en la cinta. Jackie vio como las manos de la cajera cogían el paquete.
-Estos pañales son un poco grandes para un bebé que todavía va en cochecito.
-Oh, no son para este bebé –dijo Cindy.
Jackie se quedó sorprendido, pues cuando había visto el paquete, llevaba escrito que eran para bebés, no para niños grandes que llevaban pañales como los que él usaba.
Cuando salieron del supermercado y prosiguieron su camino, Jackie le preguntó a Cindy:
-Cindy, ¿soy un bebé grande para ir en carrito?
Cindy lo miraba desde arriba, mientras empujaba el carrito en cuestión.
-¿Por qué me preguntas eso?
-Porque he visto que los pañales que has cogido eran para bebés, no para bebés grandes como los que uso yo. Luego si la vendedora te ha dicho que esos eran grandes para bebés que todavía van en carricoche y yo uso unos más grandes y aún voy en carricoche, soy mayor para ir en carricoche.
Cindy se quedó callada un momento, y luego sonrió.
-De verdad, Jackie, me sorprendes a veces.
-¿Pero lo soy o no? –preguntó con curiosidad.
-Veamos –Cindy hizo una pausa-. Estos pañales que he comprado son para una niña menor que tú que todavía los usa. Es pequeñita así que le valen los de bebé normal. Los tuyos son unos pañales que hacen especialmente para ti. Nadie más los lleva, como ya sabes. Dicho esto, los pañales no son una unidad de medida precisa para delimitar si alguien es mayor o no como para ir en carricoche. Eso es algo que debes decidir tú.
Jackie se quedó pensando en silencio. Movía el chupete de arriba abajo, un tic que tenía siempre que le daba vueltas a algo en la cabeza.
¿Era ya un bebé grande para ir en carrito? Odiaba el carrito, eso estaba claro. ¿Pero lo odiaba porque sí o porque ya era mayor? ¿Entonces era mayor también para los pañales, la cuna y la teta? No quería ni pensarlo, ni le importaba. Los pañales, la cuna y la teta le gustaban. El carricoche no. Dejaría el carricoche, le daba igual si era un bebé mayor o pequeño para ir en él. Simplemente no le gustaba. Se lo diría a su mami cuando llegase esa noche.
Entre tanto, llegaron a un parque. Era el parque al que iba siempre, uno alejado de la urbe donde nunca iba mucha gente. Cindy sacó a Jackie y lo sentó sobre su regazo. Se sintió incómodo ahí fuera, expuesto al mundo exterior, pero en ese momento el parque estaba vacío.
-Es una buena hora para venir, Jackie –le empezó a decir Cindy-. En este momento todos los niños están en el colegio así que no suele haber gente a estas horas.
Pensó que tenía razón, pero de todas formas se acurrucó contra Cindy. Ella lo apretó también junto a su cuerpo.
-Venga, Jackie, que es hora de darte el almuerzo –le dijo, mientras con una mano buscaba en una mochila en la cesta de abajo del carrito.
Cindy sacó un potito y una cucharita de plástico. Jackie tenía hambre así que separó la cabecita del pecho de Cindy y la estiró abriendo la boca hacia la cuchara con comida. Cindy le iba dando el potito y le limpiaba la comisura de los labios con una servilleta. El potito era de verdura, el que menos les gustaba, aún así se lo comió entero.
Tras la última cucharada, se volvió a acurrucar contra Cindy y estuvo un rato escuchando su respiración, como hacía con su mami después de la teta. Se acordó de la enorme teta de su mami, blandita y llena de leche, y se puso triste. Quería hablar con mami y saber cuándo iba a regresar a casa.
-Cindy, quiero llamar a mami –le dijo.
Cindy, que estaba mirando su móvil mientras acariciaba distraídamente a Jackie, le lanzó una mirada, empezó a mover el dedo con el que tocaba la pantalla táctil hacia abajo y al poco rato, le dio un golpe a la pantalla y le pasó el móvil.
-Toma, Jackie, ya está llamando.
Al tercer pitido, su mami descolgó su móvil.
-¿Qué pasa, Cindy? –preguntó con una voz molesta.
-Mami, soy yo –contestó Jackie tímidamente.
El tono de su mami cambió de inmediato.
-¡Hola pequeñín!  ¿Cómo estás?
-Bien.
-¿Estás dando un paseo con Cindy?
-Sí…bueno ahora estamos sentados en un banco del parque.
-Ah, muy bien. ¿Y te ha dado ya el almuerzo?
-Sí. Un potito de verdura.
En ese momento a Jackie se le escapó el pipí. Hizo una pausa mientras dejaba que le saliera y se quedase en su pañal.
-¿Jackie? ¿Estás ahí, pequeñín? –preguntó mami.
-Me he hecho pipí.
-¡Anda! –exclamó ella-. Dile a Cindy que te cambie, ¿vale?
-Sí…
-¿Estaba rico el potito?
-No mucho...sabes que los de verdura no me gustan
-Y tú sabes que tienes que comer de todo, bebé.
-Mami….
-Dime, mi bebecito.
-Te echo de menoooos….  ¿Cuándo vas a volver?
-¡Yo también te echo de menos, cosita mía! –exclamó mami-.Volveré muy tarde, Jackie. Tú estarás dormido cuando…
-Mami, quiero teta esta noche –le cortó.
- Y mami te va a dar teta, cielo, pero… -Su mamá se calló de repente.
-¿Mami?
-…Pero voy a llegar muy tarde, bebé…Mami tiene que colgar. Besitos.
Colgó de repente y muy rápido. Le devolvió el móvil a Cindy.
-¿Qué te ha dicho mami, Jackie?
-Que me echaba de menos…Cindy, tengo pipí .
-¿Quieres que te cambie aquí?
Jackie echó una ojeada por el parque. No había nadie pero prefería no arriesgarse. No le importaba tanto tener pipí en el pañal. Siempre y cuando no fuera mucho rato.
Cindy lo notó nervioso, así que le volvió a insistir en si quería que le cambiase ya el pañal.
Jackie le contestó que no, pero le pidió el chupete. Cuando lo tuvo entre su boca, empezó a disfrutar de la tetina. Se calmó un poco, pero no mucho. Definitivamente, quería que le cambiasen de pañal.
-Cindy, pañal…
Su niñera lo entendió. Sentó a Jackie en el banco y rebuscó en la mochila del carrito un pañal.
-Cámbiame deprisa, Cindy –le dijo.
Cindy le bajó los pantalones y le desabrochó el pañal mojado. Se puso a llorar, no sabía por qué.
-Tranquilo, Jackie. Termino enseguida. Tú con el chupete.
Se concentró en el chupete y se calmó un poco. Cindy le estaba limpiando. Terminó, le levantó las piernas y le pasó el pañal nuevo por el culete. Se lo colocó bien y se lo pasó entre las piernas hacia arriba, se lo sujetó muy fuerte con las dos cintas y le subió los pantalones. Después lo levantó en peso y le dio suaves golpecitos en el pañal.
-Cindy, paséame por el parque hasta que me quede dormido. Estoy inquieto.
Cindy lo metió en el carricoche, tiró el pañal mojado a una papelera que había cerca y empujó el carrito por el parque, con él dentro. El suave traqueteo hizo que se le cerrasen los ojos enseguida…
Se despertó confuso, sin saber cuánto tiempo habría pasado desde que se quedase dormido. Se giró y vio que estaban entrando por la puerta de atrás de casa. Se desperezó a gusto y Cindy lo sacó del carricoche para ir a darle la comida.
Sonrió.
Era la última vez que iba a ir en carricoche.

21 comentarios:

  1. Hola Tony, excelente el quinto capitulo, me encanto, sube pronto el sexto, que cada vez esta mas interesante y atrapante la trama de la historia. te felicito, sigue asi

    ResponderEliminar
  2. Hola Migue! Muchas gracias, como siempre. Subiré el siguiente cuando pueda, que ando liadillo que tengo reformas en casa hehe

    ResponderEliminar
  3. Muy buen capítulo. Este en especial me ha encantado. Gracias!

    ResponderEliminar
  4. Hola Tony, no te quiero precionar, pero ya han pasado mas de 10 dias y no hay un nuevo capitulo de la Historia, espero lo subas pronto, suerte y saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya lo he subido! Perdón por la tardanza... Espero que lo disfrutes :)

      Eliminar
  5. Cuando subirás el sexto capítulo no quiero molestar pero habla más de jackie porfa y gracias por leerlo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando subirás el siguiente ya espere demasiado por favor sube el cap. 6

      Eliminar
    2. Hola Gabriel! Ya lo tienes! Y el 7 y el 8 y el 9 y el 10 :) Perdón por la tardanza :(

      Eliminar
  6. Hola Tony, sube porfis el 6to capitulo, que estoy ansiosa por leerlo

    ResponderEliminar
  7. joe tio las promesas tu nada no,? Deja de rascarte los huevos que ya frustra

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es para tanto insultarlo talves es un capítulo muy muy largo

      Eliminar
    2. Perdón por hacerte esperar, pero para la próxima te agradecería que no usases esas expresiones por aquí. Saludos!

      Eliminar
  8. 1 ,no le e insultado, e dicho una expresion fea, 2 ,la historia ya esta terminada, solo tiene que subir los capitulos, no te acuerdas que la hizo en el verano?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno si tu lo dices esta bien

      Eliminar
    2. No me ha insultado, solo que es una expresión fea, pero los comentarios son libres, se puede decir lo que se quiera.

      Eliminar
  9. Bueno, es cierto que se esta roneando cosa mala, pero tampoco es necesario ponerse así... Que es solo una historia, y se nos ofrece gratis de forma desinteresada. Es molesto tener que esperar una actualización de contenido y que no llegue, si, pero bueno, al fin y al cabo esto es un hobby y ninguno comemos de esto ni se nos va la vida porque no haya novedades cada día. Seamos un poco mas pacientes.

    Esperemos que llegue pronto un doble capitulo en compensación. :D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así se habla amigo :D

      Eliminar
    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
    3. Aún así, debería haberos dicho que estaba en proceso de reescritura. Lo siento, chicos. Lleváis razón. Espero haberos compensado :)

      Eliminar